
La llegada de un nuevo integrante el hogar nos cambia a todos.
La llegada de un bebé nos trae mucha alegría y emoción a todos los integrantes de la familia, pero en muchos casos, para el futuro hermano o hermana mayor puede ser un poco más complicado.
Cuando el primogénito nació la atención era únicamente para él, así como los cuidados, lo mimos y el amor de los papás. Pero cuando decidimos tener otro bebé, empieza nuestro cerebro a traernos preguntas como: ¿qué sucederá?, ¿Lo vamos a amar tanto como al primero?, ¿Lo aceptará bien su hermano? ¿Le darán
celos?
En lo personal, cuando estaba esperando a Matikis me preguntaban mucho si Angelito no estaba celoso con la llegan del bebé y nunca supe bien a bien cómo responder, porque si yo veía que algo en su comportamiento estaba cambiando me dedicaba a tratar de entender los cambios por lo que estaba pasando y hacer algo para remediarlos.
Algo que me sirvió mucho fue hacerlo sentirse partícipe del trabajo en casa, haciendo equipo con nosotros y así asumir un poco de responsabilidad hacia el bebé.
Desde ayudarnos a elegir ropa, muebles del cuarto del bebé, juguetes y más, lo hizo sentir parte de todo el proceso, sentirse tomado en cuenta, amado y valioso.
Lo más importante, y en donde tenemos que centrar nuestros esfuerzos para que no surjan los celos, es darle cariño, tiempo, diálogo, comprensión y saber leer entre líneas cuando su manera de comportarse comience a cambiar. Eso fue fundamental y nos ayudó bastante.
Quizás no suceda nada, quizás lo sobrelleve bien y todo sea como siempre, pero quizás también puede comenzar a hacer algunas cosas más exageradas para llamar la atención. Lo cuál es completamente normal. Ten paciencia.
Cuando les hacemos más caso, cuando hay momentos para compartir y estar juntos, les demostramos que, a pesar de que haya llegado un nuevo bebé, sigue teniendo su sitio en la familia y seguimos ahí para cuando nos necesiten, y que eso no va a cambiar con el nacimiento de su hermanito.
Una cosa que hicimos para que no sintiera Angelito tanto el cambio fue que durante el embarazo, convivió un poco más de lo habitual con papá. En nuestra dinámica familiar, algunas cosas las hacia con él y otras conmigo, pero durante esta etapa hizo más con su papá, para que Angelito pudiera entender que cuando naciera su hermano y yo estuviera ocupada con él, papá podría atenderlo con el mismo amor y paciencia.
A veces sin darse uno cuenta puede hacer que el primogénito se sienta desplazado porque la mayoría de miradas y atenciones van hacia el pequeño.
Por eso es importante que le pidas a tu amistades o familiares que si van a visitarte para ver al bebé saluden y apapachen al hermano mayor, lo feliciten también por la llegada del nuevo bebé y en ocasiones puede ser una buena idea que les lleven un presente a ambos hermanos.
Ahora bien no hay que forzarlos a cargarlo cuando no quiera o decirle te quiero si aun no le nace, es normal que a veces le cueste trabajo, pues lleva su tiempo.
Como dice Mamá Yogui en este hermoso texto:
“No me pidas que lo ame mamá.
Me robó tus brazos y tu mirada.
Aún no se quién es, aún no se que hace aquí...
en medio de mi cama y de mi nido.
Dame permiso mamá de no sentirme feliz al escuchar la palabra hermanito.
No me pidas que no lo toque, quiero sentirlo, quiero olerlo, quiero reconocerlo y después, dame permiso de estar en tus brazos largos ratos observándolo.
Sé paciente mama, ayúdame a que comprendamos juntos que nunca nada volverá a ser igual, ya no soy el centro de tu vida.
Me siento triste, solo, confundido, dame permiso de sentirme así.
Vendrán días donde me sienta feliz, acompañado y completo de tener a mi hermano conmigo.
Hoy no mamá.
Si lloro y repito muchas veces ¡mamá! ¡mamá! por favor ponme cerca de tu corazón y dime que me amas.”
Se puede amar a mas de un hijo con la misma intensidad, eso no lo dudes ni dejes de demostrárselo, ser mamá de dos, tres o más requiere que como mamá nos multipliquemos y les dediquemos tiempo de calidad juntos y por separado, que los escuchemos y los apapachemos en grupo y de forma individual, que nos sintamos orgullosas de todos, que no los comparemos, que los valoremos y los respetemos en sus diferencias y semejanzas.
Hoy puedo decirles con mucho orgullo que Angelito y Matikis se aman, Angel lo cuida mucho, juega con él a pesar de que no entiende bien su brusca forma de jugar a veces se desespera o se molesta porque su hermanito toma sus cosas pero no por eso lo agrede o algo por el estilo, entiende que es pequeño y que aún esta aprendiendo y sobre todo sabe que sus papás los amamos intensamente a los dos y cada uno tiene su lugar en nuestros corazones.